¿Qué hace de 1984 una obra de culto?, ¿por qué, a más de siete décadas de su publicación, sigue siendo un referente cuando pensamos en el mundo actual y su destino? Tal vez las respuestas estén en la forma en que Orwell supo retratar con lucidez las consecuencias negativas de los gobiernos totalitarios en la sociedad, y en cómo ese mundo representado en su novela logra dialogar tensivamente con el presente y nos invita a cuestionarlo. El libro nos introduce en un sistema político sórdido, opresivo y manipulador gobernado por el Gran Hermano, figura simbólica del totalitarismo que extiende su influencia y poder hasta en los más recóndidos espacios de la existencia. La novela funciona como un bastón crítico de ese tipo de regímenes, pero también como una defensa de la historia y el pensamiento, de los sentimientos y los sueños, de la amistad y el amor; en resumen, de todo aquello que nos hace humanos.