Estamos frente al tercer volumen de El Topo Ilustrado. En los primeros dos libros; las palabras precedieron a las imágenes. En este; el proceso se invirtió. Al contrario de lo que suele pasar en una relación entre un escritor y un ilustrador; fue contado lo que antes se vio. Es que esta no es una relación entre un escritor y un ilustrador como las que suelen darse. No solo se trata de que el resultado del texto dibujado sea más que la suma de un texto y un dibujo. Aquí media; además; un autor virtual; que tiene su personalidad y; con ella; sus vicios; que sabe poco del mundo y mucho del universo; que con su razón; siente.
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