400 años después de su publicación, el Quijote continúa siendo una obra completamente abierta y flexible, que permite un variado número de lecturas e interpretaciones. Esta polisemia semántica viene motivada por la concepción libre que de la literatura tenía Cervantes, basada en un tipo de ficción novedosa que necesita la p articipación activa del lector, que, en última instancia, es el que debe calibrar la p