Algo queda después de tanta pena. Habla un hombre. Soy yo: José García. Y algo es alguien que vive todavía, a favor de su nombre, cuando suena. Cómo duele la vida. Pero es buena, si algo queda después de cada día. Algo: un libro, un golpe, una alegría, una mano, un verso u otra pena. Porque, os digo, mi vida es una guerra y aunque acabe rindiéndome a la tierra yo no voy a entregarme por completo. Algo queda,