Theodor W. Adorno (1903-1969) podría haber sido el último hegeliano de izquierda. Su lectura hobbesiana de Freud, sin embargo, lo convirtió en un filósofo marxista que desconfiaba de la revolución. Para él, todos los que se propongan crear una nueva sociedad siempre tendrán como obstáculo a la psiquis humana, porque los hombres constituyen su identidad identificándose con el opresor.