El siglo XX encontró una Colombia igual a esa eterna España de Felipe II, donde Iglesia y Estado se confunden y entrelazan. El Partido Conservador vio peligrar sus privilegios y su manejo hegemónico del Estado por las teorías liberales, y bajo el amparo de Cristo Rey adoctrinó al campesinado conservador y a la policía oficial para que a sangre y fuego exterminaran al campesinado liberal, ya mayoría en las urnas. Este se defendió, y la geografía colombiana fue arrasada por una ola de terror conocida como La Violencia. Un hombre amante de la soledad y del caballo, de los paisajes y parajes colombianos, no temió a esa barbarie y en medio de ella luchó por alcanzar sus sueños. Y en el horror de la lucha fratricida encontró el amor, perfecto y eterno pero imposible.
"Asusta leer la historia de la Violencia partidista en Colombia. Da ira el apoyo de la Iglesia a la barbarie. Reconforta esa historia de amor, pero entristece que haya destruido a uno de los dos."
Mart Ospina Domingo 08 de Noviembre, 2020"Un detalle claro y conciso de la violencia partidista en Colombia, expusta sin sesgos ideológicos. El crimen apoyado por la Iglesia Católica. Y en medio de la barbarie, una historia de amor de final inimaginable."