"Cuando al‐Jwarizmi era niño, pensaba que las matemáticas eran un rollo. Él prefería jugar con sus amigos y bañarse en el río. Pero en un sorprendente viaje a Samarcanda, descubrió la magia de los números. Fue tanta su pasión que se convirtió en el mejor matemático de su ciudad. Pero todavía quedaba lo más importante, marchar a Bagdad y hacerse famoso. En la capital del imperio abbasí se estaban forjando las maravillosas historias de Las mil y una noches y las biografías de grandes sabios."
"La publicación debe contener desde que edad un niño puede leer el libro, por que si bien el mismo esta adornado por cuentos de la cultura oriental, sus pruebas matemáticas son complicadas por lo menos para un niño de 12 años.-"