Luchamos porque nos gusta; cantamos aunque no exista oido que nos escuche; trabjamos aunque no haya un patron que al atrdecer nos pague un salario... La esencia de nuestro dios es el combate. Estas palabras que el propio Kazantzakis ha escrito en otra occasion definen cabalmente la figura de Alexis Zorba, en la que el autor nos muestra un hombre integral, un hombre libre.