Pedro Simón ha ido guardando cada nota depositada en el mundo que Alicia Alonso inauguraba con su danda. Amoroso cuidado el de quien persevera en la ceremonia del libro que, al leerlo, llena las habitaciones de mariposas frágiles convertidas en faros siempre en vela. Libro donde reviven aquellos momentos que exigieron a los poetas ser custodiados en sus versos, para que aquel tiempo detenido recuerde lo que