Un conejo blanco preocupado con el tiempo, una malvada Reina de Corazones, el siempre sonriente gato de Cheshire, el perturbado Sombrerero Loco… cada vez que uno lee el libro saca una nueva visión de la historia. Una niña perdida en un mundo absurdo. El dolor y los peligros de crecer. Alicia como símbolo de la madre del autor y su complejo de Edipo. Nos quedamos con la teoría de que atravesar “el espejo”, como pantalla de la tecnología avanzada, tal vez sea una metáfora del futuro caótico que Carroll imaginó que se nos avecinaba.