Jean Baudrillard, uno de los m s agudos y polmicos analistas dela sociedad contempor nea, afirma en su ensayo-reportaje sobre losEstados Unidos: ®Me interesaba la Amrica sideral, la de la libertadin£til y absoluta de las freeways, no la de lo social ycultural –,la de la velocidad desrtica, los moteles y lassuperficies minerales, no la Amrica profunda de las costumbres y lasmentalidades.¯ La Amrica de Baudrillard es la de la contigidadfascinante de lo hiperprimitivo y lo hipermoderno, captada en unlibro que es ®una lecci¢n de la ciencia de la mirada¯ (Michel Crpu),un libro que ®de entrada, puede tomarse como un carnet de viaje, NewYork, Salt Lake City, Los µngeles... De este a oeste y de norte asur, a bordo de un Chrysler silencioso y m gico, Baudrillard se haofrecido un recorrido cinematogr fico a lo Wim Wenders¯ (LucileLaveggi). Entre Europa y Amrica hay la separaci¢n de un abismo demodernidad: Amrica es la versi¢n original de la modernidad, nosotrossomos la versi¢n doblada y subtitulada.Europa sue¤a, Amricarealiza sus sue¤os. Europa escribe el gui¢n, Amrica rueda. Europa sedesenga¤a, en Amrica s¢lo existe lo real. Los mitos se handesplazado: todos los mitos de la modernidad son hoy d¡a americanos.Amrica no es un sue¤o ni una realidad, es una hiperrealidad porquees una utop¡a vivida desde el principio como realizada. Es la £nicasociedad primitiva de los tiempos modernos.El misterio de larealidad americana va m s all de nuestra ficci¢n y de nuestrasafirmaciones. Es el misterio de una sociedad que no se arrepiente des¡ misma y que, en el fondo, tampoco intenta darse un sentido o unaidentidad. Ah¡ reside su inmoralidad, su obscenidad primitiva, y esoes lo que nos fascina. Tales son algunas de las ideas quechisporrotean en esta confrontaci¢n entre Europa y Amrica, en esteprovocativo viaje de Baudrillard al coraz¢n de la modernidad.