E l amor y la muerte aparecen en este libro de resonancias eróticas en fecunda simbiosis. Movido por el anhelo, que apunta a la génesis, el cuerpo, incluso después de la transformación a la que la muerte le somete, se convierte en generador de vida y, por ello, en horizonte de esperanza. Clara Janés, cuya poesía fue en un principio canto del límite y la temporalidad para derivar luego en forma de acecho a lo invisible y en himno de plenitud, ofrece en Arcángel de sombra (Premio Ciudad de Melilla, 1998) una recapitulación luminosa de su quehacer poético. En este terreno ha dado, entre otros, Libro de alienaciones (1980), Vivir (Premio Ciudad de Barcelona, 1983), AMPA (1986), Lapidario (1988), Creciente fértil (1989), Diván del ópalo de fuego (1996), Rosas de fuego (1996), La indetenible quietud (1998), con grabados de Eduardo Chillida y El libro de los pájaros (1999).