La lectura de la obra escrita de Ricardo Carpani resulta hoy indispensable no sólo para rastrear el marco teórico-ideológico de su fecunda producción plástica, o para reflexionar en torno a la conflictiva relación entre arte y política, sino para entender una década, la del 60, en muchos aspectos fundante de una transformación intelectual y cultural en toda América Latina, con el despertar explosivo de procesos y posturas revolucionarias que marcarán como matriz la impronta de la subsiguiente década del 70, la de una nueva generación que advino a la política táctica enarbolando banderas revolucionarias antiimperialistas, teniendo como trágico envés las dictaduras militares terroristas que ahogaron en sangre aquellas utopías de transformación social.'