Tras la II Guerra Mundial muchos nazis encontraron refugio en la España franquista y una plataforma para sus causas: Degrelle, Skozerny o Luburic hicieron apología del fascismo; el general Salan y otros dirigentes de la OAS atentaron contra la independencia de Argelia y Perón utilizó su refugio español para tratar de organizar su vuelta al poder.