Ladrón, asesino a temprana edad, provocador, preso, desterrado, vagabundo, autor de poesías socarronas... Francois Villon es el prototipo de lo que la literatura dio en llamar un "poeta maldito". Un hombre lanzado a caminar por la cornisa con el solo propósito de estropear el festín de los burgueses. Entre sus principales escritos están El legado (1456) y El testamento (1461). Ambos libros responden a la estructura de la balada. Originalmente escrita para ser acompañada por música, la forma había aparecido por primera vez en el siglo XIV, pero alcanzaría su apogeo en la pluma de Carlos de Orleáns y, sobre todo, en la de Francois