Las historias que se cuentan en esta novela ocurren en Europa Central y durante el siglo XIX. Al primer acierto del autor, que es la recreación de atmósferas, se unen de inmediato atributos no menos notables: el sentido del humor, el aire poderoso de aventura, la captura de los resortes emocionales de los personajes, su capacidad de recordar -que hace que la memoria sirva de puente de enlace entre los diversos elementos-, una visión variada de la cuestión sexual -el personaje principal posee un miembro de dimensiones inusuales-. Todo ello transcurre mediante una prosa de elegante intensidad, de frecuentes brillos, de singular destreza.