En el proceso teatral hispanoamericano hacia la madurez es inevitable referirse a la labor de un uruguayo intemporal, Florencio Sánchez (1875-1910). Su figura es paradigma de las tablas en un doble sentido: en la evolución del teatro hispanoamericano del siglo XX y en el campo teatral rioplatense (Argentina y Uruguay), uno de los panoramas más lúcidos de la escena teatral hispanoamericana del primer tercio de este siglo. Barranca abajo ha sido considerada por la crítica como la mejor obra de Sánchez. Inserta en una trilogía en la que la crisis del patriarcado rural es el eje que auna a las tres obras, en Barranca abajo el tema central es, además, la aniquilación de un hombre honrado por culpa de una sociedad egoísta. Sánchez supo superar la visión provinciana de lo gauchesco, expresando magníficamente el conflicto autoridad/libertad, bajo una óptica personal y sin prejuicios.