¿Puede una revuelta ser hermosa? Sí, si reúne dos ingredientes al mismo tiempo: activismo y arte. Y es que podemos hacer difusa la línea que separa ambas parcelas. Prueba de ello son las sucesivas experiencias vividas por algunos activistas empeñados en que su lucha tenga componentes hermosos, buscando la justicia, pero sin olvidarse de la belleza. Su ejemplo se traduce en una suerte de sabiduría colectiva m