Se han aunado en estos ensayos, la Prosa clásica y los Aforismos como cuantos literarios, para describir la siguiente paradoja, existen misterios insondables, que no los podemos observar o medir, pero existen, y en el fundamento de todo lo que somos y medimos, sea el origen del universo, la estructura mínima de la materia, la misma conciencia, y como corolario de la materia, lo moral, lo sucedido el 29 de marzo de 1956 en Estoril, Portugal, cuando el futuro Rey de España, Don Juan Carlos I, y su hermano menor, Alfonso “el Senequita”, entraron en una habitación, cerraron la puerta, se escuchó un disparo, y salió solo Juanito, con cara de una circunstancia a la vez terrible y vital. Salvo él, y solo él, nadie ha sabido nunca lo que ha pasado ahí dentro. En todos los casos insondables, solo una física cuántica podrá dar una respuesta, que se va a expresar como una probabilidad. Este hecho paradigmático de la monarquía, del poder, y de la evolución humana, será analizado con todos sus factores, para llegar al veredicto más probable, más real. Si la verdad debe ocultarse, que Dios, o la Nada, se apiade de nosotros. “Alfonsito ya resolvió todos sus problemas”.