En la espesura de la selva de El Petén se estableció el último señorío maya de los itzaes. Este señorío se convirtió a lo largo de los siglos XVI y XVII en un bastión de resistencia contra la dominación hispana; su capital, Noh Peten, fue el centro político y económico de una región que extendía su influencia desde el norte de Yucatán hasta la Alta Verapaz en Guatemala. Este libro intenta hacer una reconstrucción histórica de dicha región tal y cómo funcionaba en la época colonial, identificando sus zonas centrales y periféricas y sus particularidades étnicas, geográficas, socioeconómicas y políticas desde el punto de vista de los actores sociales que la conformaron. Los itzaes jugaron un papel preponderante en la historia de Yucatán, desde el Posclásico hasta finales del siglo XVII, convirtiéndose en una amenaza al orden colonial al atraer a su esfera de dominio a los mayas yucatecos que huían a la selva para escapar de los rigores de la explotación española. Finalmente, la Corona impulsó el sometimiento de los itzaes y la apertura de un camino que comunicara, a través de El Petén, a Yucatán y a Guatemala. Esta obra analiza los antecedentes y las repercusiones de esta conquista, pero sobre todo, observa el devenir histórico de un pueblo que luchó persistentemente por preservar su independencia.