En este viaje sentimental por Bretaña, la tierra idílica de su infancia, Le Clézio nos invita a reflexionar sobre la identidad territorial, los nacionalismos y el paso del tiempo. Desde su primer recuerdo —la explosión de una bomba en el jardín de la casa de su abuela—, pasando por los años vividos como niño de la guerra, que de forma tan terrible impactaron en su aprendizaje del mundo, el premio Nobel de Literatura dibuja una página imprescindible de su geografía emocional que habla de la pertenencia y su lugar en la memoria. Un recorrido hacia la madurez, pero sobre todo una mirada lúcida sobre los cambios sociopolíticos en un territorio único, la progresiva desaparición de su economía tradicional y la orgullosa dignidad de un pueblo que, pese a todo, se aferra a sus raíces.
"Mevgusto mucho"
Diego Torres Ríos Martes 12 de Marzo, 2024"El título le queda bien a esta breve, pero no menos interesante historia, desde los recuerdos (prohibido decir nostalgia) del autor en su niñez entre la región de Bretaña y en los alrededores de Niza hasta ciertos flashbacks junto a los pocos momentos que compartió con su padre, en su niñez, en Nigeria. El autor nos muestra una Francia más que fragmentada tanto en la Segunda Guerra Mundial y, posteriormente, en su conflicto contra Argelia y, por otro lado, una Bretaña tan tradicional, como si fuera de otro mundo, tan distinta a esa Francia de los 40' Me gusta como el autor apela en contar esta historia sin decir nostalgia, porque un(a) niño(a) no debería considerar en su madurez manifestar siquiera nostalgia a ese período entre guerras, por mucho que haya habido inocencia frente a tales conflictos. Breve, entre los recuerdos y el impacto que genera ese episodio llamado "El niño y la guerra". "