En un tiempo ya olvidado, donde hombres y dioses habitaban la tierra, nace Ardhain; un Vaekyr que sueña con convertirse en bardo y casarse con su amada Linneia. Pero los giros del destino son caprichosos y Ardhain es capturado en la Gran Llanura, donde será vendido como esclavo muy lejos de las montañas que le vieron nacer. Enjaulado como una bestia, y tras una penosa travesía, llegará a la cruel ciudad de Sytén. Allí, en la urbe más poderosa de cuantas han existido, Ardhain trabajará para su nuevo amo, el cruel Balkin. Cuando el joven Vaekyr cree que sus días acabarán trabajando sin descanso y privado para siempre de los suyos, aparece su salvador; el anciano médico Tibar. Con un ingenioso ardid, el médico salvará al esclavo de una miserable existencia tomándolo a su servicio. Esta será la llave para que Ardhain pueda regresar a su tierra; si bien antes deberá mantener su palabra cumpliendo un pacto acordado con Tibar, pues ningún Vaekyr puede considerarse como tal si falta a su honor. Mientras, la cruel Sytén no deja de expandir su imperio, el Gran Este ha sido conquistado y ahora los ambiciosos ojos de los sytenos se dirigen al norte. Ardhain sabe que sus amadas montañas están en peligro, deberá alertar a los suyos de la desgracia que les acecha. Su alma se debatirá entonces entre cumplir lo acordado con el noble médico o romper su compromiso retornando a su hogar. Todo se precipita entonces, la ambición de los hombres nunca se sacia, la guerra se cierne una vez más sobre la dulce tierra. ¿Y quién cantará esta historia para que su música no se extinga entre las brumas del tiempo?