Diego de San Pedro calificó Cárcel de Amor de salsa para pecar, a pesar de que el protagonista, Leriano, sostiene que los enamorados creen aún más firmemente en Dios y que el amor a las mujeres da a los hombres las cuatro virtudes teologales y las tres cardinales. Si la Iglesia consideraba el amor un pecado, los médicos medievales lo consideraban como una enfermedad que afecta sobre todo a las almas más sensibles; así, la madre de Leriano dice en su lamento Bienaventurados los baxos de condición y rudos de engenio, que no pueden sentir las cosas sino en el grado que las entienden[...]; pluguiera a Dios que fueras tú de los torpes en el sentir.