La universidad es el ámbito privilegiado del lenguaje, la razón, la reflexión, el cuestionamiento, la crítica, la cultura, la palabra. La universidad tiene - retomando las ideas de Carlos Fuentes - el compromiso de siempre unir y no separar nunca, de siempre conocer y de reconocer, de no ignorar ni olvidar, y de propiciar esa fraternidad indisoluble de las ciencias y las humanidades. Educación, conocimiento, información y progreso forman esa cadena vital de la que se desprende, con toda claridad, algo que Fuentes también ha expresado: que la educación encabeza hoy la agenda pública en todas las naciones del mundo, que la educación ha de ser el puente entre la abundancia cultural y la pobreza política y económica de América Latina. Tenemos que ser capaces de inventar nuevas formas de convivencia porque no podemos rendirnos, abandonarnos y abandonar nuestro presente y nuestro futuro a la desigualdad, la miseria y la violencia.