En 1858, Alfredo Adolfo Camús publica en el diario La América: crónica hispano-americana una extensa carta abierta destinada y dedicada a su antiguo alumno Emilio Castelar. La carta supone una defensa de los estudios clásicos frente a la facción neocatólica, que quiere su desaparición al considerarlos causantes de todos los males modernos. El documento de Camús es excepcional por muchas razones. Entre ellas,