¿Qué tal si existe un pueblo que no tiene nombre y que, tal vez, no está sujeto a las leyes de la física? ¿Qué pasa si en este pueblo los personajes se relacionan con múltiples realidades y dimensiones? ¿Podrías creerlo? ¿Por qué no? ¿Y si a esta situación, irreal para muchos, ahora el universo le añade un microorganismo letal, el cual hace aflorar emociones básicas de sobrevivencia que tienen el único objetivo de mostrarnos de golpe qué tipo de conciencia tenemos y en qué medio nos movemos? ¿Te lo imaginas? La vida de un pueblo relatada en catorce días. El resultado podría ser insólito, triste, gracioso, tóxico, real o ficticio. La elección es tuya.