Este libro expone los resultados de una investigación que derriba un concepto de años: el trigo no es el único responsable de la Enfermedad Celíaca.De una manera clara se muestra por qué algunos pacientes continúan con anticuerpos positivos contra el trigo, a pesar de hacer una dieta sin TACC. La lectura de este trabajo puede transformar el miedo excesivo a la contaminación cruzada con gluten en un simple respeto; hoy los celíacos llevan una dieta que los aísla y no saben que otros elementos, diferentes a los cereales, pueden aumentar o disminuir la sensibilización al trigo. En sus páginas el lector encontrará reveladoras fotografías que evidencian cómo las grasas, que acompañan a las proteínas en la dieta, juegan un papel decisivo en aumentar o inhibir la reacción que producen las mismas.