la apertura al comercio internacional se ha convertido en una generalizada recomendación de política económica: se espera que el comercio mejore la asignación productiva y amplíe las posibilidades de crecimiento de los países. una recomendación que se trata de trasladar, con mayor énfasis si cabe, a los países en desarrollo. sin embargo, los estudios revelan que el éxito económico no es un resultado espontáneo de la apertura externa: es necesaria la puesta en marcha de una estrategia más amplia e integral de desarrollo que, si bien puede contemplar la apertura comercial, requiere también de medidas orientadas a promover las capacidades productivas nacionales. un objetivo que, en ocasiones, se encuentra con el restrictivo marco normativo generado por la organización mundial del comercio (omc).