Las políticas austericidas y los recortes en la sanidad están dañando de forma desigual la salud de la población catalana, a la vez que son una estrategia para la mercantilización de la atención sanitaria. El programa neoliberal actual quiere convertir el derecho a la sanidad en una «sanidad como negocio». Para evitar que l a salud sea una mercancía debemos reconstruir profundamente nuestro modelo sanitario.