Queda claro que debemos subordinarnos a una naturaleza de la cual nunca hemos dejado de pertenecer. En esto nos va la vida de nuestra especie, que ha logrado incursionar en el espacio ultraterrestre y buscar otras formas de vida que sean semejantes a la que no sabemos preservar en la Tierra. Para hacerlo hemos debido cumplir escrupulosamente con las leyes naturales y para esto nos han servido la ciencia aplicada, la tecnología y una gran variedad de técnicas concebidas a lo largo de miles de años. Pero el comprender lo natural hurga profundamente por otro espacio indeterminado e inmenso. Me refiero al espíritu humano que los grandes artistas han sabido comprender e interpretar junto con los grandes científicos. Ambos nos marcan el camino para generar la sabiduría necesaria para seguir viviendo en paz, con felicidad y armonía con la naturaleza.