El acto de comunicarnos a través de las palabras es, aparentemente, una tarea cotidiana y simple que adquirimos a una edad muy temprana. Sin embargo, la facultad de utilizar el lenguaje es una de las actividades humanas más complejas en la que confluyen aspectos relacionados con el nivel cognitivo, neurológico, biológico, sociológico, cultural y lingüístico. Cuando la simbiosis entre estos componentes no presenta problemas, los hablantes podemos comunicarnos fácilmente. Sin embargo, a veces hay alguna pieza en este engranaje que lo dificulta.