Una cita concreta del contrabando aparece en 1781, pero es en el siglo XIX cuando van “in crescendo” las referencias del mismo. Las pinturas, los grabados… inciden con más fuerza en este tipo de negocio atípico; Gustave Doré en sus grabados, o John Phillip, Jules Worns o Richard Ansdell en sus pinturas, reflejan exactamente situaciones y personajes de los contrabandistas de aquella época. Escritores como Richard Ford o Allen Andrews hacen referencia al contrabando en sus escritos. Yo que soy contrabandista y campo por mi respeto a todos los desafío porque a “naide” tengo “mieo”. Esta balada era popular entre los contrabandistas de aquellos tiempos. Una vez terminada la Guerra Civil española, la situación con respecto al contrabandista cambia radicalmente y se convierte en un “modus vivendi” de muchos andaluces, con la aparición de diferentes formas de traficar fraudulentamente con toda clase de mercancías procedentes del Peñón.Este libro refleja todas las situaciones que se dieron, entroncadas con una historia de amor entre el hijo de un colaborador de los maquis y la hija de un Guardia Civil.