Estamos ante una serie de relatos que no sólo va dirigida a los niños y niñas. Nosotros, los adultos, aprenderemos leyendo estos cuentos casi más que los chicos. Con esta intención, el autor introduce siempre un apartado final de actividades advirtiendo de manera explícita que va destinado a los maestros, padres, abuelos, t íos, familiares, amigos... Esto es lo que, a mi juicio, enriquece y diferencia ampliam