Una tecla mal dada a la hora de mandar un email hizo que JD Devine y Jill Hawkins se conocieran. Pero la amistad que siguió a aquello era cualquier cosa menos sencilla. Dos años de risas y lágrimas, de argumentos y secretos, los han acercado aún más, dando como resultado un lazo más fuerte del que comparten muchas parejas c