La vida de la fe y de la vocación sacerdotal, como toda existencia humana, no es invariable, sino activa, relacional. El trayecto de la fe, siendo el mismo en su identidad, es variado y plural, a causa de las circunstancias, de la cultura y de las tradiciones. De ahí la obligación de andar en el camino de la realidad, de la objetividad y de la verdad. Nada se puede dar por supuesto. El presente de la vocación sacerdotal es distinto al de ayer. No es suficiente seguir la rutina diaria. Sería prudente basar el camino vocacional en el espíritu de la nueva evangelización: favorecer nuevamente la conversión cristiana y reavivar la fe en Jesús. En esta obra se muestran temas de oración referidos a la fe, a la conversión y al seguimiento de Cristo.