Este libro propone una lectura de la violencia como hilo conductor del complejo siglo XIX. La violencia como acción y representación de una época de transición, de la quiebra del Antiguo Régimen a los primeros fenómenos de modernización, donde el poder político y las relaciones institucionales quedan entrelazados con los distintos comportamientos sociales y culturales, precursores de nuevos entornos los unos, arraigados en tiempos heredados los otros. El difícil proceso de formación de la Justicia liberal y la peculiar y tardía implantación de un régimen penitenciario moderno ocupan un espacio central en un ensayo que avanza por los delitos y sus estereotipos: de la propaganda bélica a las multas, de la pluralidad jurisdiccional a la codificación, de la ley divina a los primeros atisbos de secularización. Una historia social de las violencias y sus diferentes préstamos que reconsidera una serie de planteamientos abstractos tradicionalmente aceptados sobre la pena y su función en las sociedades contemporáneas y que pone de relieve multitud de detalles que rodean los delitos, tanto del criminal como de la víctima, la cotidianidad de las lesiones, los robos o las agresiones. En esta obra se analizan aspectos como el pauperismo, el trabajo y la movilidad demográfica sin renunciar a las cuestiones teóricas que supone un tema como la violencia, pues las aborda desde la problemática histórica misma.
"Ta bien gueno"