En un libro donde caben temas tan diversos y de tan diversa magnitud ¿cuál podía ser el principio unificador? “.ir indagando, sin rigidez demostrativa, como quien no lo hace, la tónica, y la exterioridad, del mundo que me tocó vivir, entendiendo por exterioridad la forma expresiva de mostrarse las cosas, animadas desde dentro por un sentido que es siempre menos claro de lo que quienes lo viven quieren suponer y que está, por tanto, pleno de sorpresas y, lo que me parece digno de subrayarse, de enseñanzas”.César SimónEn 1947, Barral Editores publica Crónica General, que puede considerarse la crónica por antonomasia del autor. En ella nos ofrece amplia información sobre su vida y temas favoritos, artísticos y literarios. “Un simple artículo para un diario, escrito sin más pretensión duradera, había de llevarme, con todas las espuertas abiertas a cosechar, colmado campo extensivo, esta Crónica General”. Se trataba de un comentario a un película sobre Isadora Duncan, uno de los mitos menores del autor. En la introducción afirma Gil-Albert: “La actitud de cronista me sienta bien”. A esta actitud le encuentra un antecedente patrio: la manifiesta en El Gran Teatro del Mundo. Porque eso es la historia para Gil-Albert, “una representación escénica en medio del gran teatro de la naturaleza”.Bajar cubierta para prensa