Podemos leerlo como un libro de memorias; crónicas y viajes; y podemos leerlo como una saga familiar; o bien en clave política; filosófica o cinematográfica. Es sin duda un libro de aventuras; pero sin la arrogancia de los libros de aventuras. En estos cuadernos se entrecruzan y superponen historias; ciudades; barrios y calles; anécdotas y personajes; cineastas y escritores; pero también los hijos y los amigos¿