A un siglo y medio de la publicación de El origen de las especies, de Charles Darwin, el nombre de su autor sigue entusiasmando a unos y enfureciendo a otros. Las ideas de que la rica diversidad de los seres vivos de nuestro planeta es en gran medida el resultado del azar y que el ser humano desciende de los simios conmovieron las creencias y la sensibilidad de muchos cristianos. ¿Es el darwinismo el golpe de gracia a toda idea de Dios, como quieren algunos de sus entusiastas propagandistas? ¿Acaso son Darwin y la Biblia los términos excluyentes de un dilema, como argumentan los creacionistas? ¿Es posible ser cristiano y partidario de la teoría de la evolución por selección natural al mismo tiempo? Éstas son las preguntas que constituyen el punto de partida de este libro. Para responderlas, Miguel de Asúa, reconocido historiador y filósofo de la ciencia, interesado en las relaciones entre ésta y la religión, explora los avatares de la idea de la evolución orgánica desde sus orígenes hasta nuestros días, en todo el registro de sus variadas relaciones con el cristianismo. Esta historia de enfrentamiento, indiferencia y encuentro entre Darwin y la religión concluye con una exploración de alternativas formuladas por pensadores contemporáneos.