Este libro introduce en el paisaje interior y exterior de quien tuvo la osadía de ser universitaria contra corriente y luego hizo la travesía profesional de una farmacia en el corazón de Madrid. Y por fin, se hizo discípula de san Juan de la Cruz y santa Teresa, pero no solo en libros y teorías, sino viviendo en un Carmelo madrileño, donde le llegó súbitamente la aureola del martirio a los 55 de edad.