Como el corazón, así es la vida. El interior se convierte en lo exterior. Nada queda sin revelar. Lo que está oculto no es sino por un tiempo; pues siempre saldrá a relucir. Las semillas, árboles, flores y frutos son el orden cuádruple del universo. Del estado del corazón de una persona proceden las condiciones de su vida. Sus pensamientos florecen en hechos; y sus obras dan fruto del carácter y el destino.