Las mamás y sus pequeñosEl bebé tiene un lazo muy fuerte con su madre. A través de él, y siempre en su presencia, descubre al mundo exterior.Cuando el bebé crece y se separa un poco de ella, se desconcierta. Pero vuelve a reencontrarla y así se va estableciendo sentimiento de seguridad lo suficientemente sólido que le permite seguir avanzando en sus descubrimientos en el mundo exterior.Jugando juegos en los que uno le cubre los ojos o bien juegos en los que se le esconden objetos (como los juegos que propone este libro), el pequeño descubre que las cosas y las personas permanecen aunque no se les vea, y también que él y su madre no son uno, sino dos, aunque estos dos sean muy cercanos.Su madre será siempre una figura de afecto, segura y confiable, y dejar de verla no implica que ella desaparezca.Y es que el bebé necesita libertad para crecer... pero también que su madre no se aleje demasiado todavía. Necesita domesticar a los otros, el mundo es grande y complicado... Y que su madre lo observe desde una prudente distancia para tener más confianza en sí mismo.