Discanto, de José Antonio Conde, es una amalgama de lo insondable y lo tranparente, de lo desnudo y de lo íntimo. En este texto la poesía abandona la senda del decir vacuo de la comunicación, para adentrarse en el terreno de lo incierto. Pero además, en este texto podemos colegir: que el lenguaje, tanto más sirve para comunicar, menos valor tiene de palabra; y que la palabra que nos funda es la imposible de decir