El modelo educativo que empuja a la competencia individual en vez de fomentar la cooperación, y que concibe a los estudiantes como seres más o menos homogéneos y uniformes, se está quedando atrás. Cada día más escuelas reconocen el valor de la diversidad que naturalmente se presenta en las aulas y buscan desarrollar el potencial de cada alumno en lo particular, con lo que además promueven entre los educandos un sentido de comunidad y compañerismo. En este libro se describe y se defiende el movimiento de la educación inclusiva, el cual propone una «escuela para todos» que abra sus puertas a estudiantes no sólo de razas, religiones y condiciones socioeconómicas diferentes, sino también con capacidades físicas e intelectuales diversas. La escuela para todos, contraria al sistema de educación dual que aún predomina (el que divide entre estudiantes «regulares» y «especiales»), se da cuenta de que ningún alumno es igual a otro: todos, tengan o no alguna discapacidad, son personas con características intelectuales, físicas y psicológicas distintas. Esto le permite atender las necesidades específicas de cada alumno para su mejor desarrollo integral, y sensibilizar al grupo, y a la larga a la sociedad, sobre el valor de la diversidad y la cooperación.Este volumen cuenta con una parte práctica en la que se expone un Taller de Fortalecimiento concebido por la autora para reforzar en las escuelas los principios de la escuela inclusiva. Los cuadernos de trabajo de dicho taller, para uso individual de los participantes, se pueden adquirir por separado.