"Cuando el tiempo se torne atemporal, cuando el espacio sea Eternidad, la conciencia de la humanidad habrá despertado a la realidad de la escuela solar de la Tierra y, una vez más, esta humanidad será confiable y estará así sellado el Nuevo pacto entre Dios y los Hombres". YACOYaco ha descrito con inusual sensibilidad esos paisajes, y lo ha hecho con el lenguaje del alma que se reconoce viajera del Todo. Si el lector de este libro alcanza a oír el sonido cristalino de la «doctrina del sol» entonces reconocerá el color de lo que solo puede verse con los ojos que reflejan la luz cósmica.