Luis Antonio de Villena, que en su día visitó la famosa cueva de Salamanca ha realizado un primoroso trabajo sobre la espelunca en la que el diablo impartía sus esotéricos saberes a discípulos aventajados en las ciencias del mal. En torno a esta historia (¿leyenda?), el poeta nos habla de quien suponemos ilustre antecesor, Don Enrique de Villena, y sus avatares en aquella universidad paralela. La obra se com