A más de cuatro siglos de su creación resulta inverosímil que además de su vigencia como obra literaria, Don Quijote siga siendo inspirador de nuevas aventuras. Pero eso sucede en estos días y en nuestro Partido de Azul. Desde hace algunos años, quijotes en apariencia dormidos durante décadas en los anaqueles de una antigua biblioteca, despertaron para volver a andar por las calles. Y a su paso provocaron una motivación movilízadora que contagió a niñas y niños, mujeres y hombres.Contagiaron sus valores, su locura emprendedora, su ensoñación que por ser visionaria suele asociarse al delirio y nos despertó a una nueva era de aventuras cuya dimensión en sus albores nadie imaginaba y aún nos sorprende gratamente.No pudimos evitar cargar nuestras alforjas e iniciar esta nueva travesía que es incierta por el simple hecho de serlo, pero que en estos años, lejos de dejarnos a pie, nos enriqueció más y más en el camino.Conocimos nuevas personas de las que aprendimos, debimos cruzar ríos y montañas, y el salir airosos nos fortaleció como individuos y como comunidad. Nos dimos confianza y nos animamos a más. Hoy somos diferentes, el Quijote nos ha transformado y ya no tememos a gigantes que se nos interpongan.En ese recorrido y a la distancia dimos con un nuevo amigo, Alcalá de Henares. Y comenzamos una nueva aventura. Nos embarcamos en la unión de nuestros pueblos y una vez más estamos frente a una oportunidad para cada uno de nosotros.De la mano del Quijote, la literatura de Cervantes editada por José Manuel Lucía Megías y la ilustración de Miguel Rep nos unimos a través del océano como un mensaje en una botella para escribir un futuro en conjunto.Este Quijote que tenemos el honor de presentar junto al alcalde de Alcalá de Henares Don Bartolomé González es el estandarte de nuestros municipios emprendedores y de ciudadanos soñadores que buscarán aprender, crecer y desarrollarse. Tenemos la confianza de que el encuentro de esta diversidad de culturas sea fuente para la creación y nuevos proyectos.OMAR DUCLÓS