The scatterbrained protagonist of this wordless tale can’t find his glasses anywhere. Not under the table, not in the refrigerator . . . not even in his dog’s mouth, a repository for all sorts of things, from butterflies to mobile phones. Children will have fun taking in the quirky details of the main character’s home as his search becomes increasingly desperate—and ends in an ironic conclusion. The lack of text makes this a perfect book both for kids not quite old enough to read as well as older children looking to stretch their imaginations.El despistado protagonista de este cuento mudo no logra conseguir sus gafas por ninguna parte. No están bajo la mesa, no están en la nevera . . . ni siquiera están en la boca de su perro, un repositorio para objetos desde mariposas hasta teléfonos móviles. Los niños se divertirán buscando los curiosos detalles del hogar del personaje principal mientras la búsqueda de éste se convierte cada vez más desesperada—y concluye de manera irónica. La falta de texto hace de éste un libro perfecto tanto para prelectores como para niños mayores que buscan estimular sus imaginaciones.