El Amigo del alma es aquel único amigo que ha entrado hasta lo profundo del ser y conoce la íntima intimidad. Nadie puede llegar hasta ese hondón sino aquel que lo llena todo, lo penetra todo, el Espíritu Santo. Desde la realidad actual, en la que se podría presumir un alejamiento de lo religioso, soprendentemente el hombre y la mujer de nuestros días se vuelven hacia lo espiritual. Ante esta buena noticia,