He aquí un itinerario rico en sugerencias sobre la justicia que permitirán al lector orientar sus deseos, opciones y acción cotidiana en el mundo. Hay un hilo conductor que atraviesa todo el magisterio de Francisco: el tema de la justicia, que, para el Papa, es el otro nombre de la misericordia, del amor. Para el pontífice argentino, todas nuestras acciones tienen consecuencias y hasta el más pequeño fragmento de inmoralidad que haya anidado en las estructuras de la sociedad contiene siempre un potencial de destrucción y de muerte. Pero hay también otra «justicia» a la que Francisco no se cansa de referirse: si vivimos según la ley del «ojo por ojo y diente por diente», nunca saldremos de la espiral del odio. Solo la ley de Jesús que perdonó a sus asesinos desde lo alto de la cruz puede salvarnos, anunciando un juicio sobre nuestra vida terrena en el horizonte misterioso del Amor incondicionado: la Misericordia.